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viernes, 5 de octubre de 2018

El Concejo Municipal de Rosario declaró Ciudadana Distinguida a la médica epidemióloga María Felisa Lemos.

"Organizarse para luchar y luchar para vencer"

 


El pasado martes 2 de octubre, el Concejo Municipal de Rosario declaró Ciudadana Distinguida a la médica epidemióloga María Felisa Lemos por iniciativa de Celeste Lepratti.



Trabajó durante muchos años en la salud pública argentina, y participó en forma activa en la revolución sandinista en Nicaragua que triunfó en 1979.














Durante el acto se exhibió un video que dio cuenta de la vida de la epidemióloga tanto en Argentina como en los países que transitó, especialmente Nicaragua.



En representación del concejo estuvieron presentes las concejalas María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, y Norma López, del Frente para la Victoria, quienes junto a Lepratti hicieron entrega del texto declarativo, diploma y plaqueta recordatoria. El acto estuvo organizado por la Dirección General de Ceremonial Protocolo que también otorgó una medalla.






Luego de la entrega formal, Lemos relató cómo se inició su carrera en su Goya de nacimiento, ciudad que tuvo que dejar en épocas de dictadura. Agradeció especialmente “a la gente querida de la vida” y a su familia que la acompañaron en el acto.

“Quisiera poder contarles en este breve tiempo cómo fue mi vida, tan intensa”, dijo y no olvidó mencionar sus años en la clandestinidad y momentos de mucho riesgo, cuando su vida pendía de un hilo. Y por supuesto, su experiencia en Rosario a principios de los noventa cuando se incorporó a trabajar como médica en el ámbito municipal y provincial. En ese registro, mencionó a “muchos compañeros de la salud pública”, especialmente a Débora Ferrandini, fallecida hace unos años.
Su trabajo en el campo de la epidemiología estuvo atravesado por otras disciplinas. Logró amalgamar de manera ecléctica ciencia y lucha, un profundo compromiso por la identidad y los derechos básicos de los barrios rosarinos más postergados.



Del acto participaron el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (Ate) Rosario Raúl Daz y la secretaria adjunta Lorena Lorena Almirón; y Gustavo Martínez asistió en representación de la CTA Santa Fe. Sentados en las bancas y las gradas, estuvieron presentes representantes del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (Medh) y otros organismos, trabajadores de la salud pública y representantes de las organizaciones sociales.









En el conjunto de adhesiones se leyó la enviada por el secretario de Salud Pública municipal, Leonardo Caruana, quien destacó su trabajo.

La declaración de Lepratti destaca la “coherencia política, gran compromiso social e importante trayectoria profesional, de quien a través de su vida, viajes y militancia inclaudicable se muestra como un faro necesario para las generaciones futuras”. Además de Lepratti, el proyecto fue acompañado por los ediles Pedro Salinas, Marina Magnani, Norma López y Eduardo Toniolli.






María Felisa Lemos nació en Goya, en 1938, y reside en Rosario desde principios de la década del noventa. A nuestra ciudad llegó luego de haber transitado una profunda experiencia como médica rural y epidemióloga, carrera que perfiló inicialmente hace medio siglo en los Esteros del Iberá y luego continuó en África y Nicaragua. En ese país latinoamericano participó en la atención primaria durante la etapa revolucionaria de 1979 a 1991.
“Abarcar la vida de María Felisa Lemos implica meterse de lleno en la historia latinoamericana durante la segunda mitad del siglo XX. Ella desvela sus orígenes como la fuente de amor por su tierra”, expresó Lepratti en los fundamentos.

La médica proviene de una familia que se instaló en Corrientes en el siglo XVIII, cuando salían de Asunción a fundar ciudades. “Eso me hace sentir profundamente enraizada a estas tierras, a este continente”, expresa Lemos.
En 1956, luego de recibirse como maestra normal, decidió trasladarse a Buenos Aires, albergándose en la casa de una tía, trabajando en lo que fuera para mantenerse, situación que le permitió estudiar Medicina en la UBA, título que consiguió en 1967.

Desde entonces gestó una costumbre que la acompaña siempre: “Amar, trabajar, militar y estudiar simultáneamente”.
En la década del 60 abrazó las ideas del movimiento obrero estudiantil argentino que luchaba contra la dictadura de Onganía, las del Mayo Francés, “enamorándose del movimiento feminista y siguiendo de cerca los primeros pasos de la Revolución Cubana”.
De 1967 a 1970 se desempeñó como médica rural de los Esteros del Iberá en su Corrientes natal. “Fue una experiencia muy rica, sobre todo por la gente. Al principio no podían entender porque estaban acostumbrados a los médicos varones. Que apareciera una médica mujer les pareció de lo más extraño. A pesar de ello fui muy bien recibida y aprendí tantas cosas del interior profundo, costumbres, saberes y conocimientos que me enriquecieron como persona y médica”, recuerda a través de reseñas de su vida.

Becada obtuvo la maestría en Salud Publica en la UBA en 1970. A partir de allí volvió a su región para desempeñarse como Directora de Planificación hasta 1973.

La desaparición de dos compañeras que vivían con ella, sumado a la persecución a la que estaba expuesta y la detención de su compañero Enrique, la obligaron a permanecer en la clandestinidad hasta que cambos pudieron exiliarse en Francia desde 1978.

En París, consiguió revalidar su título de médica luego de rendir las equivalencias y pasa a trabajar en el INSERM (Instituto Nacional de la Salud e Investigación Médica).

Luego participó del proceso de transformación (revolución) de Nicaragua, país en el que vivió 12 años.
En 1981 los Estados Unidos, por medio de la CIA, financiarían grupos antisandinistas denominados “los contra”, poniendo al país en una guerra civil que se cobraría miles de víctimas fatales. “Moverse en esa zona era muy peligroso; me emboscaron tres veces y una de esas ocasiones mataron al compañero medico que iba conmigo”.
Que tras 11 años de guerra, Nicaragua entra a elecciones. “Se voto como quien iba a hacerlo con el revólver en la sien. Les habían prometido que si votaban en contra de los sandinistas la guerra iba a acabar” recuerda. La guerra duraría aun 6 años más.
Una vez que la revolución deja de estar en el poder María Felisa Lemos se ve determinada a decidir cuál será su nuevo destino. Para ese entonces ella ya tenía dos hijos de nacionalidad nicaragüenses y seria este el factor que marcaría su retorno a la Argentina. “Lo mejor era volver, quería que mis hijos se criaran en Latinoamérica. Ya que no podían estar en su país, que estuviesen en su continente”.

Ya establecida en Rosario trabajó como Coordinadora de Atención Primaria de la Salud, recorriendo los Centros de Salud de diferentes barrios, como: Monte de los Olivos, Flamarión, Santa Lucia, Barrio Toba, Ludueña, Villa Banana, La Lagunita, entre otros.

Su rol fue capacitar los equipos de salud bajo un modelo de medicina distinto al Modelo Médico Hegemónico que hasta ese entonces era predominante. La APS estaba por hacerse, y su experiencia fue vital para la puesta en marcha.
Que su trabajo en las comunidades fue de suma importancia para iniciar el proyecto de Atención Primaria desde la Secretaria de Salud Pública de la ciudad; y luego encargarse de otros trabajos de investigación y acción sobre el Chagas connatal.
Paralelamente forma parte del Equipo de Formación de Educadores Populares “Pañuelos en Rebeldía” y participa de varias organizaciones por la lucha de los derechos humanos junto al querido Monseñor Pagura y Oscar Lupori.
Que en 2006 escribe un libro sobre su experiencia en Nicaragua junto a su amiga Irma Antognazzi “Nicaragua el ojo del huracán revolucionario”, editado por Nuestra América.
En 2013 en colaboración con otros profesionales escriben el libro “Radiografía de Ledesma. Salud y Derechos Humanos en Libertador General San Martín, Jujuy”.
A pesar de su larga trayectoria María Felisa Lemos se niega a quedarse en el pasado.


“Sigo militando y trabajando hasta en día de hoy” asegura.






Los invito a visitar el siguiente enlace  
http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/07/19/pronunciamiento-nicaragua-quiere-la-paz-y-defiende-la-vida/

Pronunciamiento: ¡Nicaragua quiere la paz y defiende la vida!



 

 

Las imágenes fueron cedidas por Hugo Milito y los videos por Celeste Lepratti y Gustavo Martínez. 



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